sábado, 7 de febrero de 2015

Conquistando libertades


La épica ha estado urdida de engaños y por consiguiente la historia de la humanidad suele escudriñarse de una manera somera, ocultando la verdadera intención de quienes lideraron estas gestas. ¿Quiénes se han beneficiado de estos laureles? ¿Los líderes o los pueblos? Las banderas fueron utilizadas como un exacerbado  patriotismo para con el tiempo  ser holladas con el saqueo del acervo cultural  de los pueblos.  Lo triste de todo es, que a estos seres la historia los premia con la aureola de la grandeza y los soldados que expusieron  sus pechos a las balas, eternamente quedaron condenados en el anonimato.
Remontándonos a la lucha independentista de nuestra América, podemos ver como hombres como Bolívar, Páez, Sucre, Urdaneta, entre otros, lograron, acompañados por un pueblo anónimo, la magna hazaña de libertarnos del yugo español. ¿Cuál fue la recompensa para nuestros pueblos?  Una entrecomillada libertad. El botín para algunos de ellos fue el saqueo de la riqueza de su propio pueblo, preludiando la oligarquía de Estado y dando continuidad a nuestra esclavitud. Esta fue la primera intención de la batalla libertaria, la cual  retardó el desarrollo de la patria. En pocas palabras, no hay conciencia de lucha que se enfoque en el beneficio de los pueblos, ya que somos esclavizados por nuestros egos.
Alejandro Magno asoló pueblos y se bañó con la sangre vertida para que la historia lo ensalce. Muchas personas creen que libertador y conquistador es algo diferente, visto de una manera artificial lo es, pero si estudiamos su esencia de una manera más profunda podemos palpar que es lo mismo.  Simón Bolívar, libertó cinco naciones y de esta manera conquistó su título de LIBERTADOR, pero la esclavitud continuó; ¿Libertó a todos? ¿Por qué no decretó la abolición de la esclavitud de los negros? Hoy la esclavitud es otra: somos esclavizados por  nuestros  gobernantes.
La ignorancia empuja a los pueblos a creer en la desfigurada historia de algunos personajes, esto es un ardid  maquiavélico que se usa para sembrar el mal en la esencia de seres incautos. Cito aquí la solapada  ideología de Adolfo Hitler, hizo creer a millones de fanáticos que podía crearse una raza pura, dando inicio al holocausto nazi. Millones de judíos cayeron víctimas de su desquiciado proyecto, ¿pero, donde estaba el meollo del asunto?  A medida que exterminaba judíos, se apropiaba de sus bienes, fue la manera de fortalecer su poderío.  Hitler, liberó su maldad y conquistó una página en la historia, claro está, mancillada de sangre. Stalin, Lenin, Mao TseTung, son algunos de los liberticidas que conforman esta legión.
El hombre lleva en sus venas la esencia de la libertad y algunos de esclavistas, ocurre lo mismo con los pueblos. Somos libertados de yugos extranjeros para ser esclavizados por nuestros coterráneos. Desde el 24 de junio de 1821, cuando se conquista definitivamente nuestra independencia, Venezuela en reiteradas oportunidades ha sido asaltada por megalómanos, haciendo de ella su hacienda personal. Juan Vicente Gómez y Marcos Pérez Jiménez, los más connotados.  A partir del 23 de enero de 1958, Venezuela vivió su más dilatada democracia, exactamente 40 años. En este período nuestro país se catapultó como una de las naciones más progresistas de América, apoyándose en la alternabilidad, el respeto y el fortalecimiento de la autonomía de los poderes públicos.
1998, la esencia gomecista y perejimenista vuelve a eclosionar en nuestra Venezuela corroyendo con su moho naciones como Ecuador, Bolivia, Argentina y Nicaragua. Otras como Honduras, Colombia, Perú, Panamá y Costa Rica, han frenado esta roña. Nuestros próceres  llevaron en sus venas la libertad y la esclavitud. Ellos libertaron para conquistar su gloria, pero luego sus laureles fueron saqueados por ególatras, esto con la intención de encadenar la voluntad democrática de sus pueblos.  
Es estúpido creer que dichos próceres fueron socialistas, esto es un engaño que los autócratas han tratado de insertar en nuestra sangre. Ellos, después de la gesta libertaria se convirtieron  en los nuevos oligarcas terratenientes y nuestro pueblo continuó adormecido en el atraso. Esta oligarquía de Estado fue heredada por los subsiguientes gobernantes. Sufrimos más de una década de continuos saqueos, un liberticida que se entronizó, una oligarquía de Estado que se fortalece, una nación rica que se depaupera, una criminalidad que extermina nuestra juventud, un sectarismo que devora la inteligencia,  un adoctrinamiento que oscurece el entendimiento. Total, un verbo pendenciero que envilece  nuestra sociedad. 
Caben aquí varias preguntas a aquellos políticos que aspiran una curul en el parlamento nacional: ¿Cuál es el motivo verdadero de su lucha? ¿Servir a un amo, engordar sus cuentas bancarias, ganar fama a nivel nacional para alimentar egos, ser parte de la nueva oligarquía de Estado o encauzar a Venezuela  por los caminos de la expropiada democracia? La historia los reseñará con nombres y apellidos, nosotros los que continuamente ejercemos el voto sin aspiración política alguna,  seremos señalados como un pueblo glorioso que luchó para no ser esclavizado, sin embargo,  en términos generales continuaremos en el anonimato, nuestras vidas seguirán igual, soñando con un país de oportunidades y esperando otras gestas electorales para encumbrarlos a ustedes en la ola que tanto cautiva sus sueños. De seguro cambiarán de status social, buen vestir, lujosos carros, guardaespaldas, continuas apariciones en medios de comunicación, viajes al exterior, etc. Los sueños que se ponen en manos de políticos se convierte en  un juego de azar... a eso apostamos los venezolanos.
“Los únicos soldados que no caen vencidos, son aquellos que se enrolan en los ejércitos con el único propósito de garantizar la democracia de su patria, sin esperar otra gloria que la libertad de sus hijos”. El error de los autócratas es creer que los ejércitos amedrentan el talante democrático de los pueblos. Las balas jamás podrán herir el ímpetu de la brisa ni los cañones podrán acallar los trepidar de las olas, por la simple razón de que la libertad no está revestida de piel, esta es una convicción de vida que está insertada en el alma. Sólo se puede esclavizar a quienes temen desplegar sus alas y se enclaustran en la asqueante jaula de sus verdugos. Cada voto que depositado en las urnas es una herida más que desangra al autoritarismo. Libertémonos del yugo para reconquistar la libertad.
“La muerte sólo  llega cuando los pensamientos son cercenados de la mente para hacer del hombre un cuerpo inanimado dominado por seres maquiavélicos”,









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