viernes, 27 de febrero de 2015

De vueltas a las Montoneras


El planeta, en su indetenible rotación lleva a la humanidad a continuas evoluciones que conducen por caminos de la modernidad. No obstante, a nivel global este avance no ha sido homogéneo; ya que hay naciones con un subdesarrollo tan bárbaro, que aun en este naciente siglo mantiene una formación pueblerina. Por otro lado, el hecho de que mucho se haya avanzado en busca de ese convivir civilizado, en nada hemos progresado en el desprendimiento de nuestra esencia primitiva. La ambición de adquirir poder  desmedido para someter la voluntad del otro, es una actitud primitiva. El deseo de hacer el mal, el apetito por la criminalidad, en fin, son muchos los indicativos viscerales que como indicativos dictan que la barbarie sigue dominando lo humano. Muchas son las revoluciones citadas en la historia, no obstante, pienso que solo tres han sostenidos y modernizados a esta convulsionada existencia, ellas son, La espiritual, liderada por el maestro Jesús, la cultural, que dio paso al renacimiento y la tecnológica, que es la causante de esta modernidad que hoy estamos viviendo. La revolución espiritual del maestro Jesús, a más de 2 mil años de su existencia, ha coexistido en nuestra esencia de una manera muy sutil, diría, que necesita de una eclosión que verdaderamente la remoce, esto requiere de una gran campaña en donde todas las tendencias religiosas participen de manera mancomuna, ya que el humano cada que pasa se aleja de su estirpe.  Muy distinto ha pasado con la revolución cultural, que al ser repetitiva dio paso a las revoluciones tecnológicas. Hay un engendro derivado del concepto revolucionario, como la que citan los gobernantes, con el fin de perpetuarse en el poder. Las armas nada tienen que ver con las revoluciones, al contrario; esta se define con involución, ya que su morada es el comunismo y esta a su vez, es el núcleo de donde surge todo lo que tiene que ver con el primitivismo. En nuestra Venezuela tenemos 15 años sufriendo de un hibrido denominado revolución socialista del XXI, que antípoda… falla en el suministro eléctrico, escasez de alimentos, falta de independencia en los poderes, corrupción descomunal, criminalidad descomunal y como complemento, una fuerzas armadas que arremete contra quienes protestan por una vida ajustada dentro de los conceptos democráticos que dicta la constitución; todo esto, amparado por lo muy bien ha denominado un gran amigo como indigencia mental. La ausencia de intelectualidad en el individuo, es algo muy apetitoso para los gobernantes demagogos, ya que allí, fácilmente recluta vasallos que los secunden, ya que  de la frustración cognitiva, nace lo que he denominado como intelectofobia, de este mal, sufre el régimen y sus seguidores, muy al contrario los que  adversamos a este comunismo, que al ver a semejantes trogloditas, sufrimos de ignorantofia. Los estudiantes están luchando para sacar a nuestro país de las rutas montoneras. Hay que apoyarlos!!!


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