viernes, 19 de febrero de 2016

Leopoldo López, el LÍDER.


En Venezuela, nos hemos visto obligados a acarrear 17 años de odios, persecuciones, muertes, hambre, inmoralidad, corrupción, entre muchos desmanes. Hecatombe sostenida por las profundas raíces enquistadas en un hibrido ideológico mal llamado, Socialismo Humanista del siglo XXI, éste, no solo destruyó nuestra economía, sino que  fulminó las neuronas, valores y principios de millones de venezolanos. Otros, atrapados por el terror o la comodidad, se postraron ante el temible poder.
En la homérica lucha que afronta el pueblo venezolano para salir de esta oscura era, han surgidos hombres y mujeres, que demostrando gran DIGNIDAD y VALOR, jamás han claudicado ante quienes, a punta de fusiles han neutralizado a miles de hermanos.
Puntualmente, me referiré a un conciudadano ejemplar, hijo legítimo de esta tierra, Leopoldo López, a dos años de su injusto cautiverio. Este insigne venezolano comprendió que por muy cruel que se presente una tiranía, jamás se debe acallar el verbo libertario, porque el silencio fertiliza la sumisión y ésta desemboca en el oscuro pozo del miedo, el más temible cancerbero impuesto por los tiranos a los cobardes.
Leopoldo López, con su acérrima e inquebrantable vocación democrática, ha demostrado que su dignidad y moral, están al mismo nivel de grandes líderes del mundo, tales como: el surafricano, Nelson Mandela y el hindú Mahatma Gandy, su martirio político, sobrellevado con gallardía, nos recuerda que la distancia entre la cárcel y el poder, se acorta cada día.
Leopoldo, al igual que Nelson Mandela, desde la pequeña celda en donde confinaron su vida, ha podido volar a lugares donde malévolos y cobardes jamás podrán llegar, muestra de ello, solo bastó un llamado suyo para movilizar a casi un millón de personas.
En un país acorralado por el holodomor, la delincuencia a todo nivel y la impunidad despiadada, este joven líder, alimenta su alma con la esperanza de ver a su país libre de la tiranía.
Incontables son las personas que, muy lejos de los barrotes, viven confinados a los peores calabozos de la vida, la ignorancia, el hedonismo y el conformismo.
Hacer mutis ante opresoras amenazas, es una timorata forma de ponerse del lado equivocado de la Historia.
Leopoldo López, ha demostrado que entre sus venas, corre la estirpe de aquellos ilustres venezolanos, que se enfrentaron a las temibles dictaduras de Juan Vicente Gómez y  Marcos Pérez Jiménez.
A dos años de su injusto encarcelamiento, nos envía un claro mensaje, investidos del heroísmo patrio debemos asumir que llegó la hora de sepultar la cobardía y despertar al valiente de su letargo, reconquistar nuestra Democracia y execrar de nuestro mapa esta ineptocracia atrabiliaria.
Leopoldo, tus hermanos decimos presente, tu sacrifico no será en vano.



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