viernes, 19 de febrero de 2016

Leopoldo López, el LÍDER.


En Venezuela, nos hemos visto obligados a acarrear 17 años de odios, persecuciones, muertes, hambre, inmoralidad, corrupción, entre muchos desmanes. Hecatombe sostenida por las profundas raíces enquistadas en un hibrido ideológico mal llamado, Socialismo Humanista del siglo XXI, éste, no solo destruyó nuestra economía, sino que  fulminó las neuronas, valores y principios de millones de venezolanos. Otros, atrapados por el terror o la comodidad, se postraron ante el temible poder.
En la homérica lucha que afronta el pueblo venezolano para salir de esta oscura era, han surgidos hombres y mujeres, que demostrando gran DIGNIDAD y VALOR, jamás han claudicado ante quienes, a punta de fusiles han neutralizado a miles de hermanos.
Puntualmente, me referiré a un conciudadano ejemplar, hijo legítimo de esta tierra, Leopoldo López, a dos años de su injusto cautiverio. Este insigne venezolano comprendió que por muy cruel que se presente una tiranía, jamás se debe acallar el verbo libertario, porque el silencio fertiliza la sumisión y ésta desemboca en el oscuro pozo del miedo, el más temible cancerbero impuesto por los tiranos a los cobardes.
Leopoldo López, con su acérrima e inquebrantable vocación democrática, ha demostrado que su dignidad y moral, están al mismo nivel de grandes líderes del mundo, tales como: el surafricano, Nelson Mandela y el hindú Mahatma Gandy, su martirio político, sobrellevado con gallardía, nos recuerda que la distancia entre la cárcel y el poder, se acorta cada día.
Leopoldo, al igual que Nelson Mandela, desde la pequeña celda en donde confinaron su vida, ha podido volar a lugares donde malévolos y cobardes jamás podrán llegar, muestra de ello, solo bastó un llamado suyo para movilizar a casi un millón de personas.
En un país acorralado por el holodomor, la delincuencia a todo nivel y la impunidad despiadada, este joven líder, alimenta su alma con la esperanza de ver a su país libre de la tiranía.
Incontables son las personas que, muy lejos de los barrotes, viven confinados a los peores calabozos de la vida, la ignorancia, el hedonismo y el conformismo.
Hacer mutis ante opresoras amenazas, es una timorata forma de ponerse del lado equivocado de la Historia.
Leopoldo López, ha demostrado que entre sus venas, corre la estirpe de aquellos ilustres venezolanos, que se enfrentaron a las temibles dictaduras de Juan Vicente Gómez y  Marcos Pérez Jiménez.
A dos años de su injusto encarcelamiento, nos envía un claro mensaje, investidos del heroísmo patrio debemos asumir que llegó la hora de sepultar la cobardía y despertar al valiente de su letargo, reconquistar nuestra Democracia y execrar de nuestro mapa esta ineptocracia atrabiliaria.
Leopoldo, tus hermanos decimos presente, tu sacrifico no será en vano.



viernes, 12 de febrero de 2016

El feudo de la ignorancia




La ignorancia existencial cohabita entre nosotros desde tiempos remotos, su modo de permanencia es fortalecerse en aquellos que, dada su pereza mental, sirven de abono para reproducirse en un ciclo interminable y repetitivo.
Estudiosos de la conducta humana, han manifestado que la ignorancia es el polo contrario a la inteligencia, otros, la han denominado con el principio del conocimiento, en fin, podría  decirse mucho en cuanto a la terminología correcta, sin embargo, siempre quedará espacio para nuevas teorías.
El ignorantismo existencial no es más que, el puente por donde el Homo Sapiens transita perdido en su propio anacronismo hacia la era moderna o tecnológica, sin la intelección necesaria  para comprender los nuevos conceptos de la vida.
El conocimiento no explotado está limitado a permanecer en el lugar más oscuro del cerebro, por lo cual urge esforzarse para  adentrarse y socavar la optima comprensión requerida. Debemos tener presente que el destino está regido por una existencia banalizada derivada en conformismo.    
La ignorancia existencial pasiva no representa  peligro alguno para la sociedad, no obstante si para el individuo, ya que quien vive de espaldas a los nuevos conceptos, está renunciando a los cambios que irreversiblemente se transforman en el poder que finiquita una época para dar inicio a otra.
La sabiduría no está intrínseca en el ser, todos, absolutamente todos debemos iniciarnos reconociendo nuestra  ignorancia, optando por el largo y tortuoso camino que conlleva a algún conocimiento. Ser sabio no significa poseer innumerables reconocimientos académicos, la sapiencia se construye elevando a diario, primero nuestra espiritualidad, asociada al nivel intelectual que nos distinga del ser común,  laurel  que logrará catapultar al individuo como un ser  adelantado en su época. Con solo asumir y decidir, dejar a un lado el ignorantismo se está avanzando hacia un horizonte superior. Difiere esto del ignaro existencial, que al no reconocer su naturaleza vive plácidamente dentro del confort que le brinda no pensar ni actuar con esfuerzo.
La  incultura existencial es el  núcleo donde progresan diversas perversiones: resentimiento, odio, envidia, mediocridad, etc., de allí nace el conformismo que inevitablemente, obligará al individuo a someterse  a otros. Quien logra salir del charco de la ignorancia suele convertirse en ignorantofóbico, despreciando cualquier acto que denigre su intelecto, mientras que, aquellos que gozosamente continúan viviendo en ese tremedal terminan repudiando a quienes, luchando día a día, enriquecieron sus vidas con el fruto de la humildad y el conocimiento, éstos vendrían a llamarse intelectofóbicos, derivando de ambas conductas la más antigua de las luchas: La de clases. La idea no es pugnar con la sabiduría, ni condenarse eternamente al ignorantismo, es encontrar el punto medio que nos una como seres civilizados.
El feudo de la ignorancia siempre ha representado un peligro en la sociedad, recordemos que se trata de fuerza contra ideas. Cuando la fuerza asalta el poder, sin argumento alguno, avasalla, arruina, tiraniza, domina la conciencia de las personas  que consigue a su paso,  dando así  inicio a una sociedad caudillezca,  donde  la barbarie pasa a ser factor predominante, que inclemente, acosa a todos aquellos que desde su libertad e intelecto, luchan por no caer victimas de sus garras.    
Cuando el hombre aprenda a afinar sus sentidos, podrá inferir, que gran parte de este hermoso planeta, aun pertenece a las bestias, que a través de la historia, han tenido la potestad para acondicionar este sistema de vida a su personal  comodidad.
La perversión social,  unificadora de vicios, no pertenece a un nuevo orden, ésta siempre ha existido y si no luchas por ser libre, correrás el riesgo de ser parte de ella.   

viernes, 8 de enero de 2016

Retratos y fetichismo


El ser humano no es más que un compendio de virtudes y defectos, que solo necesita de algún estímulo para que afloren en la conducta humana. Apelando a una supra imaginación, podría decirse, que el hombre  vio por vez primera  su rostro reflejado en las aguas, por allá en la era prehistórica; emergiendo desde lo más profundo de su ser, el ego que yacía dormido en lo más profundo de su esencia. Con el pasar del tiempo, el ego se fue ramificando en la conciencia del hombre, para dar los frutos perversos que hoy conocemos como, narcisismo, megalomanía, egolatría, entre otros; desde allí, el individualismo comenzó a formar su inmensa legión. 
El tiempo continuó su avance hacia la modernidad, pero, paradójicamente, por senderos primitivos. El hombre, adentrándose en la infinitud de su mente, creó obras artísticas que servirían para rendir culto a la personalidad y armas destructivas para ejercer el poder.En el siglo V a.C, surgieron los primeros retratos, acuñados sobre las monedas de los reyes persas, rico bocado que alimentaria la egolatría de éstos, no obstante, la petulancia en su más pura esencia es inofensiva, cada quien tiene libre albedrio de elegir entre ser extrovertido o introvertido; el peligro se presenta cuando el poder se abraza a ella, engendrando  la megalomanía. Muchos han sido los artistas que empleando su numen a fondo, han encerrado dentro de un pequeño marco, a los grandes hombres de la historia, sin obviar, que la grandeza de un individuo, son las luchas que han servido para redimir a los pueblos de cruentas tiranías. No puede tener la misma gloria quien invade para conquistar a quien lucha para libertar. 
Por otro lado, es aberrante acudir al fetichismo, para que el vulgo eleve a los altares, a quienes nada tienen que ver con la magnanimidad de los grandes personajes de la historia. Así como los pintores, usando sus pinceles y lienzos han dado forma a la imagen de Dios, siendo venerada por millones de personas en el mundo, también idearon una figura en alusión a Satanás, siendo este,  igualmente idolatrado. Internándome en terrenos sicológicos, es obvio pensar que, así como la sonrisa de la Gioconda, inexplicablemente, tiene el poder de cautivar, de igual manera, la de un tirano logra atrapar miradas, demostrando  que el hombre es ambiguo.El poder da el privilegio a los gobernantes de imaginar grandes naciones, dotándoles de ingentes recursos para que lo diseñen, sin embargo, de este también surge la nefasta inspiración, de cómo pincelar trozos de miseria sobre excelsas obras, todo depende de la preparación intelectual de quien la providencia dispensa. La prosperidad es un arte de nunca acabar, una pintura infinita, que esporádicamente necesita ser restaurada, para que la desidia no la destruya.
Cada país encierra dentro de si diversas obras, tanto en lo bueno como en lo malo, solo necesitan de sus pintores, escultores, talladores, etc., para que lo lleven al plano artístico.
 Dibujar un país rico, y pincelarlo con trazos oscuros y enigmáticos, enfoca la ruina mental de su artífice. Hay otros lóbregos panoramas que se pueden pintarrajear en un lienzo, así como nefastos escenarios, donde cientos y cientos de personas caen muertas frente a una lluvia de balas fratricidas o el esbozo de un fértil huerto  invadido por manos agrestes, tornándose en aridez. Dibujos surrealistas, cual pandemónium,  hospitales en total ruinas, sin insumos ni medicinas, niños que, padeciendo de cáncer, mueren por la desidia de monstruos inmisericordes.   Acuarelas color sangre, figurillas en vulgar tiza, repetitiva colección de andrajos humanos. Los estragos que el holodomor socialista causa en los estómagos de la multitud y, mientras, los poderosos se inspiran en como presentar un país diferente al que tenemos, nos conformaremos con ver cuadros mientras fallecemos de hambre? Valentía y cobardía, gloria e infierno, son eviternos,  no obstante, abrazarlas en una misma imagen, es la más grande aberración creada por la mente humana.    


viernes, 18 de diciembre de 2015

El inquebrantable poder ciudadano


Los sabios griegos conciben la política con la finalidad de que ésta se conectara  con la Democracia y así   transformarla en la fuerza renovadora de los tiempos, es por eso que no puede coexistir  Democracia sin políticos, ni políticos sin Democracia, ambas se retroalimentan en simbiosis perfecta. Sin embargo, su fuerza vital habita en el poder ciudadano, un poder históricamente subestimado y utilizado por quienes buscan en este maravilloso arte una herramienta para adquirir poder y grandes fortunas.  
Con el pasar del tiempo, los políticos, a través de la psicología social, pudieron darse cuenta, de que las multitudes podían conquistarse monopolizando discursos altamente emotivos y de ligera digestión.  Comenzaron por trabajar una personalidad locuazmente carismática, ocurrente, pero con poco contenido social; es decir, una figura apoyada en la demagogia populista, que vendría a tergiversar las luces de tan maravilloso arte. En la actualidad, no es tan fácil engañar al electorado, no obstante, muchos han creído en promesas servidas en vajillas de porcelana, que luego resultan ser un fraude. Mezclar jocosidad con odio, en una especie de coctel  narcotizante que influye en la conducta de millones de personas, desde ese estado mental es imposible comportarse con sabiduría, como corresponde a un  pueblo inteligente. Un sabio debe ser respetuoso a las leyes e irreverente a normativas impuestas,  cuando éste toma una decisión, siempre se asegura que sea la correcta, a fin de  no verse obligado a rectificar.
Tanto política, como Democracia, han tenido que pugnar con el temible poder militar,  éste apoyado en la intimidación que ejerce sobre la ciudadanía, a causa del lícito monopolio que le otorga el Estado en el uso de sus  armas, algunos, desnaturalizando este derecho, han destruido los logros alcanzados por gobiernos demócratas. Es de hacer notar que,  en el  transcurso de la historia, también han formado  grandes alianzas con el poder político para desarrollar guerras, bien sea en defensa o no de su propio territorio.
En nuestra patria, los militares han tenido un papel preponderante en el mundo político, sus distintas dictaduras han sido piedras de tranca para el progreso, atacando con gran ferocidad a la intelectualidad, demostrando su naturaleza primitiva.
Ahora bien, muy poco se ha hablado del poder ciudadano, que al revelarse frente a la opresión termina por derrumbar hasta el más poderoso y temible de los imperios, la historia está repleta de esos ejemplos.
 El gran error de los tiranos, ha sido usar el poder para pretender arrinconar a los ciudadanos, tratándolos como a súbditos, sin capacidad de raciocinio.
El poder en manos de inescrupulosos iletrados, representa un grave peligro para la sociedad, éstos se transforman en una fuerza primitiva, cultivadora de odio y barbarie. 
El 6 de diciembre, los venezolanos dimos un gran ejemplo de gallarda civilidad, aun embravecidos por la escasez de alimentos y medicinas, aterrados por la guerra que nos declaró el hampa, en vez de usar la fuerza de los bárbaros para salir de esta hecatombe socialista, apelamos al voto, como la única herramienta lícita del poder ciudadano, siendo muy contundente el mensaje, dejando muy claro que como dignos hijos de esta patria, llevamos en nuestro ADN nacional la estirpe democrática que heredada de nuestros conspicuos e históricos líderes. De nada sirvieron los fusiles, el chantaje y la compra de conciencia, nuestra Libertad es irreversible.


  
     


domingo, 25 de octubre de 2015

San Joaquín: Identidad, Luchas, Libertad y Autonomía


San Joaquín atesora un rico acervo cultural que, con el pasar de los años, cual simiente esparcida en árido suelo, se ha desarraigado de la memoria. He aquí la importancia de desempolvar el olvido y pulir los recuerdos, para trasladarlo hasta el presente con la pulcritud que amerita; solo así sus pobladores podrían reenamorarse de la hermosa tierra que habitamos.
Como todo pueblo estaba destinado a la libertad plena; que lo encauzaría por el camino que lleva al desarrollo. Su identidad, comienza mucho antes del inicio de la guerra independentista,  en el año de 1795, de la mano de su fundador el padre José Damián Saubens, quien hombro a hombro con sus habitantes, luchó por su preservación ante la hambruna, terremotos, enfermedades y las devastadoras secuelas dejada por nuestra gran guerra.
 Aquel poblado de inmensos samanes, de cultivos de añil, café, caña de azúcar, del lago y sus impolutos oleajes y de cristalinos ríos y quebradas, tuvo una participación preponderante en la movilización independentista, ya que en 1816, se libró en su suelo, lo que más tarde fue denominado “El Combate de El Aguacate” cruento enfrentamiento en el cual se perdieran aproximadamente 200 valiosas vidas, ofrendadas a la libertad por nuestros héroes independistas.
Con el pasar de los años, muchos cultivos fueron desapareciendo de esta fértil tierra, como el añil, la caña, el aguacate, pero sobre todo, la siembra irreverente que nos legó en la conciencia el padre Saubens y sobre todo aquellos 200 hombres caídos en desigual combate. 
Pasaron los años y la vida de los sanjoaquineros continuó bajo una subjetiva libertad, ya que San Joaquín, por no tener carácter de municipio autónomo, dependía económicamente de las bondades que le otorgaba la vecina población de Guacara. Se agitó entonces, el ADN libertario que circula digno, por nuestras venas y se hizo imperiosa una  nueva rebelión emancipadora, pero con otra clase de armas: La Constitución y nuestras conciencias. Suceso que se inició en el año 1979, cuando los señores Antonio García, Braulio Ramos y Luis C. Rojas, conformaron el Primer Comité Pro Autonomía de San Joaquín, iniciándose así una incansable lucha, que perseveró casi cuatro años. Por dicho comité desfilaron muchas personas, unas entrando por un tiempo muy limitado, otras, sumándose a la causa ya casi al final, pero todas aportando ideas, recursos, apoyo moral etc., hasta la consecución,  el 25 de Octubre de 1983, del objetivo trazado por este nuevo cultivo de emancipadores municipales. Aunque en 1983, a esta noble y jovial población, le habían cortado el cordón umbilical que la mantenía unida al Municipio Guacara, su avance hacia el progreso continuaba con pasos lerdos, transcurriendo su historia totalmente divorciada del desarrollo, situación que cambiaría con la descentralización política lograda en 1989, a través del  voto directo, en nueva fiesta democrática se eligen los primeros gobernadores y alcaldes. Desde ese instante lazos progresistas, unirían  la alcaldía con el municipio,  matrimonio que duró pocos años. Tristemente el discurso populista, alejado de la prosperidad cívica, termina por adormecer el ímpetu batallador de los pueblos, dando como resultado, historias huecas sin luchas sociales.  
Partiendo desde mi deber moral, debo reconocer que tanto demagogia como fanatismo político, han formado en el San Joaquín del padre Saubens, una especie de logia, afortunadamente, cada vez con menos cófrades, que viven bajo el indignante “confort socialista”, que hoy ha puesto en manos de un extranjero los destinos de nuestro municipio; sin obviar, los grupos políticos que amparados en un esquema de “unidad” opositora personalista, también tienen una alta cuota de  responsabilidad en la entrega de nuestro municipio.
De nada  sirvió el esfuerzo de aquellos 200 guerreros que yacen en el campo Elíseo, (permítaseme el calificativo) El Aguacate,.
De estar vivos los pioneros de nuestra autonomía, Don Antonio García, Don Braulio Ramos y Don Luis C. Rojas ¿Cómo se sentirían frente a esta ignominia? Debido a una ceguera política y en claro antagonismo con las luchas libertarias, apostaron nuestro municipio en un juego que desmanteló años de trabajo y nos enfiló a los arcaicos tiempos de dominio por lo que tanto se peleamos. En las batallas religiosas, predomina  la constancia espiritual, teniendo como sus principales fortalezas la oración y la fe.
En las guerras militaristas, prevalece el dominio del hombre por el hombre, sin embargo, al final, son el honor y la valentía, los verdaderos héroes.
En las luchas políticas, lo sano es combatir con  las armas del ser inteligente, es decir, las ideas, en total concordancia con los preceptos constitucionales que garanticen los derechos ciudadanos.
Cuando el poder se centra en un individuo, éste, termina por socavar y aplastar la libertad de los pueblos.

Hoy, a 32 años de nuestra autonomía, nuevamente el centralismo, temible inquisidor de la Democracia, nos muestra sus temibles colmillos, estamos obligados a fortalecer nuestro ímpetu libertario y rescatar nuestro legado.

miércoles, 30 de septiembre de 2015

Renovando liderazgo


Una nueva Era parte desde un impulso innovador, no obstante, con la que concluye deberían finiquitar los errores y desaciertos de cada ensayo. La época emergente está obligada a rescatar los aciertos y/o acciones humanas, probadas en buena lid, heredadas de la etapa que finaliza. Es una cadena lógica que nos ata a lo existencial. Un ejemplo básico es la familia. Lo mismo ocurre en la política, experiencia y juventud se conjugan para dar nacimiento a nuevos liderazgos.
La política venezolana debe reivindicar ese curso experiencia-renovación que en los últimos años se ha perdido, no obstante, en momentos coyunturales, como lo es el rescate de la institucionalidad parlamentaria, es innegable la urgencia de un liderazgo de basta experiencia y conocimiento político, así como probado compromiso con la democracia. No debemos olvidar que nos enfrentamos a un monstruo de cinco cabezas, que usa el poderío del  Estado para destruir todo lo que encuentra a su paso, con el fin de seguir acabando con la poca libertad que nos queda. Luego de librada con éxito esta batalla, es apremiante iniciar la titánica tarea de creación de nuevos liderazgos, constituidos por hombres y mujeres curtidos en la lucha social y con sólida formación intelectual, la política del milenio así lo exige. En estos  16 años  de incansables luchas, son muchas las decisiones erradas que se han tomado, en pro de una minoritaria élite absolutista, que se ha colocado de espaldas a la voluntad del electorado. Hay, quienes adversando al fallecido presidente por sus largos 13 años en el poder, apoyaron una especie de monarquía que se ha instalado en varias de nuestras entidades federales, tales son los casos de la gobernación de Carabobo, donde el padre lega en el hijo su liderazgo y por consiguiente el poder, resultado: más de 20 años de monarquía. El municipio San Diego del Estado Carabobo, continúa con la monarquización y esta con un gran matiz extranjero: el alcalde preso y la esposa candidata y posteriormente alcaldesa. En Maracaibo, Estado Zulia, el alcalde huyendo del régimen y la esposa candidata y ganadora de los comicios municipales. En San Cristóbal, Edo. Táchira: el alcalde  destituido y preso, inconstitucionalmente, la esposa candidata y por supuesto vencedora en las elecciones. Esta transferencia de poder bien podría denominarse “El poder tras el poder”, mientras quienes viven comprometidos con el pueblo y sus problemas, pateando las calles en busca de soluciones, continúan a la espera de una postulación.
Con la llegada del liberticida al poder, no solo se erigió una autocracia, también varias monarquías, tanto en gobernaciones como en alcaldías, oficialistas y opositoras; ni hablar de los militares, empresarios, extranjeros que sin ninguna preparación política son postulados como candidatos. Paradójicamente se critica a alcaldes y gobernadores que no nacieron en estas tierras, pero por otro lado se postulan y apoyan a candidatos extranjeros, o por lo menos de dudosa nacionalidad. No es xenofobia, simplemente es justicia; esta tierra es nuestra y somos los venezolanos quienes debemos dirigir su destino, eso sí, dentro de los esquemas democráticos.      

martes, 14 de julio de 2015

Combate de El Aguacate.


 Cada pueblo  atesora un sinfín de vivencias que con el pasar del tiempo, cual  deleble tinta, se borra de la memoria, siendo los historiadores y cronistas de comprobada objetividad, quienes tienen el poder de darles nuevamente luz.
El Estado Carabobo, principalísimo icono de nuestra independencia, abriga sobre su regazo al Municipio San Joaquín, el cual fue protagonista, aquel ardiente 14  de julio de 1816, de una feroz lucha  denominada Combate de El Aguacate, en resguardo de nuestro terruño.
Quizás, para muchos analistas de la historia independentista de Venezuela, este enfrentamiento no tenga gran significado, sin embargo, para nuestra idiosincrasia es algo característico.
Nuestro pueblo se ha distinguido por la cordialidad de sus dicharacheros habitantes, no obstante, en  los últimos tres quinquenios, el vendaval demagógico conjuntamente con el odio voraz que se ha instaurado en el municipio, ha hecho que pierda su temperamento.
En nuestro poblado,  antiguo Valle de Cura y Hato Viejo, se dejó de cultivar añil, algodón, caña de azúcar o cacao, abonando la tierra con fanatismo político, cosechando frutos ajenos a nuestro gentilicio. Esta terrible plantación, consiguió que el cálido y fraternal abrazo desapareciera del sentir de sus vecinos, quienes hoy, en lugar de una franca sonrisa, despliegan una mueca y en vez de una mano extendida muestran un puño amenazador. Se habla de  humanismo, mientras más nos alejamos de nuestros principios y valores heredados de nuestros mayores.
Los frutos provenientes de la nueva plantación socialista, contaminan la conciencia colectiva. El destino del municipio, conducido por un alcalde ajeno a nuestros sueños y metas. Extraño a nuestra sangre guerrera y a nuestro amor por esta tierra, nos mantiene en alarmante estado de incertidumbre social. 
Hoy mi pequeña y amada patria, transita  y escribe graves episodios de su historia, a causa de la ineptitud y avaricia de sus últimos gobernantes,  que han hecho que el tiempo pase por aquí, cual inmensa y opresora mano, golpeando todo a su paso. El otrora pujante San Joaquín, yerra  sus pasos en pos de una época progresista que velozmente lo va dejando atrás.  Pareciera que somos víctimas de alguna moderna plaga ya que hasta el rio Ereigüe, por primera vez, no tiene ni una gota de agua.
Soñador, como todo poeta, mucho me gustaría, que los huesos de aquellos 200 independentistas caídos en aquel célebre combate de El Aguacate, retoñaran en nuestras conciencias, haciendo germinar el valor y amor por la tierra que tanto nos ha ofrendado. Nuestra heroicidad debe traducirse en ejercicio democrático, en saber repeler, a punta de votos, la invasión que nos azota.
Solo con gónadas, ovarios, intelecto y unidad se puede vencer a una revolución armada, hambreadora, madre de la ineptitud,  progenitora de odios.
Esta tierra recogió las huellas de Bolívar, Páez y muchos  de nuestros insignes guerreros, no obstante, da la impresión de que su bizarría no entró en nuestro ADN.
Volverán las aguas al rio, cuando la querencia por este pueblo venza el vendaval demagógico al cual nos tienen sometidos.